Las exhibiciones más importantes del Tesoro en Viena son las insignias y joyas del Sacro Imperio Romano Germánico, la Lanza del Destino, la corona del Emperador Rodolfo II, las joyas de la Orden del Toisón de Oro y la copa de ágata del período de la antigüedad tardía, que durante mucho tiempo se consideró el Santo Grial. Debido a su riqueza, ahora se considera el tesoro más importante del mundo.
También hay numerosas obras de arte, que muestran la gran importancia de la religión para los nativos de esa época. Sin embargo, las obras de orfebrería, en su mayoría realizadas por maestros de la artesanía, merecen una atención especial.
Los elementos recogidos en la tesorería representan la historia de los emperadores y la población simple de Austria en el cambio de siglo.