Melk es un pueblo pintoresco al borde del valle de Wachau, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su mayor atractivo es la monumental abadía benedictina a orillas del Danubio, que se remonta a la Edad Media.
La ciudad se conoce desde el siglo IX y se menciona en el Cantar de los Nibelungos. En el siglo X fue la sede de Leopoldo I Babenberg, margrave de Austria, que fue ampliada por sus sucesores. Sin embargo, el evento más importante en la historia de Melk en ese momento fue la fundación del monasterio benedictino en 1089, que durante siglos fue uno de los centros más importantes de aprendizaje y cultura cristiana en Austria.
El Monasterio de Melk, la mayor atracción de la ciudad y uno de los monumentos de arte y arquitectura religiosa más importantes de Austria, se encuentra en una ladera sobre el Danubio. En su forma actual, fue reconstruida en el siglo XVIII, dándole un magnífico aspecto barroco tardío. El recorrido por el Monasterio de Melk incluye, entre otros iglesia de st. Peter y Paul, una biblioteca enorme y Park Melk. La abadía fue la inspiración de Umberto Eco al escribir su novela más famosa, "El nombre de la rosa".
Sin embargo, visitar Melk no debe limitarse solo al monasterio. El casco antiguo de abajo es pintoresco a orillas del Danubio. Su centro es la Plaza del Ayuntamiento con históricas casas de vecindad y numerosos cafés. Cerca hay una iglesia parroquial gótica. Hay muchos bares de vinos y restaurantes que sirven cocina tradicional austriaca en el centro.