Friedrichshafen está situado en el lago de Constanza, rodeado de paisajes montañosos con vistas a los Alpes. Está relacionado con la aviación porque fue aquí donde Zeppelin comenzó sus intentos de construir un dirigible y Dornier diseñó sus primeros aviones.
La ciudad fue fundada a principios del siglo XIX a partir de la fusión de la ciudad de Buchhorn y los terrenos pertenecientes al monasterio de Hofen. La iglesia barroca con bóvedas ricamente ornamentadas y una pequeña y pintoresca Capilla de Año Nuevo datan de antes de la creación de Friedrichshafen.
El lago de Constanza ha sido un destino de vacaciones de verano para muchos alemanes durante casi 200 años. Aquí se encuentra la bien desarrollada playa de Fischbach y el paseo marítimo corre a lo largo de la costa. Hay numerosos cafés y restaurantes al lado, y los jardines sombreados son perfectos para relajarse en los días calurosos.
Sin embargo, los atractivos más importantes de Friedrichshafen están relacionados con la aviación. El Museo Zeppelin está dedicado a los dirigibles, especialmente el modelo intercontinental LZ 129 Hindenburg, cuyo desastre en los Estados Unidos en 1937 acabó con el uso turístico de estos insólitos aviones.
El Museo Dornier también está asociado con la aviación. Puede seguir el desarrollo de la producción de aviones desde estructuras de madera hasta máquinas modernas que se utilizaron durante la Segunda Guerra Mundial. Uno de los museos escolares más grandes de Alemania también se encuentra en Friedrichshafen.
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